miércoles, 14 de noviembre de 2012

"...en el mundo, como en el agua" de Javier de la Higuera.

     La muerte de Dios se ha llevado también el plano de lo infinito, de lo que no existe (no existe como objeto empírico  acabado y delimitado)... el plano de la trascendencia. Se ha deteriorado en esta humanidad empírica, de lo meramente presente, la capacidad de enfocar la atención en objetos que son "consistentes", pero no existentes; la facultad para simbolizar. Heidegger lo llamaría el "misterio", Kant los ideales regulativos de la razón y Carl Schmitt la irrupción de lo sagrado en la historia. Eso que no puede cuantificarse o predecirse en una regla previa, es lo que hace al ser humano lo que es: apertura de mundo que no está fijada ni delimitada; el exceso, el plus de la poderosidad de lo real que incide hasta en lo inconsciente. ¿Supone esto una regresión, en sentido ontológico y antropológico, del animal humano? Estas son las cuestiones que aborda esta magnífica ponencia de Javier de la Higuera Espín, profesor de filosofía (Metafísica II) en la Universidad de Granada. Algunos hemos tenido la suerte de recibir clases de este auténtico filósofo, una categoría difícil de encontrar, sobre todo en la facultades de filosofía, en estos tiempos de purismo academicista y excesos de enfoques histórico-filológicos.
"... en el mundo como en el agua"

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