miércoles, 25 de mayo de 2011

Sobre el carácter biopolítico del movimiento de protesta anónimo.

Movimiento 15 M o Democracia Ral es la expresión de la sociedad civil sin centro de poder ni  ideología determinada, sin carnets de partidos ni slóganes de afiliados. Cualquiera puede pertenercer al movimiento, que sólo existe cuando se encuentra in actu, cuando es siendo, y deja de existir cuando se disuelve. Es hábito de denuncia y toma de decisiones que se conforma en la asamblea misma, articulándose en el momento conforme lo pide la situación. El movimiento no pertenece a nadie, no hay cabezas sobreslientes, por lo que a nadie se le puede adjudicar su origen ni su guía: es ANÓNIMO. Ha hecho que las protestas de los ciudadanos no sean de "masas" incapaces de gobernarse a sí mismas, sino de la MULTITUD como suma de vectores de fuerzas intensivas, moleculares, que pugnan por expresar que todos somos el PODER y su ejercicio, que éste es inmanente a la multitud misma, que ni la clase política ni sus partidos lo detentan de manera trascendente a la sociedad civil. El movimiento es, en suma, BIOPOLÍTICO.

El problema ontológico tras los indignados y la incompetencia de los periodistas para comprenderlo.

Escuchar hablar a los periodistas te hace dudar de la clase de preparación que obtienen en las facultades de ciencias de la información. Están tan acostumbrados a hacer de portavoces de sus respectivos partidos que, cuando se encuentran en una situación en la que el problema que se plantea no puede diluirse en la dialéctica entre PP y PSOE, se pierden irremediablemente en agumentos ad hoc insustanciales. No tienen herramientas conceptuales para entender qué se expresa y por qué. No es contra el gobierno, no es para dar lecciones a nadie sobre democracia, no es sólo por el paro, ni por la crisis, sus críticas no son achacables sólo a la gestión de la legislatura de un determinado partido político. Se trata de un alegato que tiene como fundamento pretensiones ONTOLÓGICAS de propiedad. Se pone de manifiesto que hay un enfermedad que nos constituye a todos como tales, que atraviesa occidente entero: el malestar por no empuñar propia y auténticamente un proyecto de vida, por habitar un mundo que no se siente como propio, por ser sin-mundo (inmundo). Reivindicar políticamente una democracia de corte participativo, intentar recuperar para la sociedad civil la inmanencia del poder, son modos de volver a empuñarse propia y auténticamente en un proyecto vital siendo-con-los otros. Se indignan porque quieren volver a ser dignos.

viernes, 6 de mayo de 2011

Heidegger y la mecánica cuántica


Hace poco me he topado en las librerías con un nuevo texto traducido de Heidegger con el desafortunado título de Ejercitación en el pensamiento filosófico. Se trata de unas notas de clase sobre Heráclito, Nietzsche y Descartes acerca de la objetividad y la phýsis. Lo interesante de la cuestión es que hay notas donde Heidegger habla explícitamente acerca de la mecánica cuántica. La conclusión a la que llega matiza la posición que aparece en algún que otro texto, como el de Aristóteles acerca de la phýsis en Hitos, desde la que se imposibilita que la física pueda considerarse como apertura poiética de mundo, osea un lugar donde se ponga en obra la verdad: "Así pues la mecánica cuántica se ha puesto en relación con la pregunta por la esencia de la verdad y por la apropiación de lo verdadero. Lo fundamental de este propósito. Pero ¿puede la ciencia establecer algo acerca de ello? No. Y en el caso que pueda, entonces sólo en la medida en la que se la interpreta a ella a ella filosoficamente. Eso ella no lo puede realizar por sí misma." Me parece esto un matiz interesante en el modo que tiene Heidegger de entender la diferencia ontico-ontológica. Parece que introduce la posibilidad de la mediación desde el plano óntico para pensar lo ontológico: "Y en el caso que pueda, entonces sólo en la medida en la que se la interpreta a ella filosóficamente". Parece que es posible que la mecánica cuántica, gracias a su peculiar modo de describir lo real (ocultación-desocultación), y desde una "interpretación" acerca de su naturaleza (¿una filosofía de la ciencia?) pueda pensar el asunto acerca de "Lo fundamental". Y es que, según expone páginas antes, "En la mecánica cuántica es decisiva la renuncia a la objetivabilidad del acontecer natural “. Me ha dejado sin palabras. Parece que H. concede y reconoce que el modo de tratar a los objetos en tanto que Gegenstandene, en tanto que objetos para la representación de un sujeto desde la Edad Moderna, ha concluido en la era de la mecánica cuántica. Que ésta supone un modo más fundamental de poder pensarse la verdad: "Objetualización: el proyecto objetual de la física clásica. Lo cual forma parte tanto de una <<naturaleza>> como del estado de movimiento. ¿Por qué, sin embargo, las formas de manifestación del objeto atómico (partícula-campo) constituyen una disyunción completa (o bien lo uno, o bien lo otro)?"

jueves, 5 de mayo de 2011

La estética del profesor Moriarty

Este cuadro es del artista francés Jean-Baptiste Greuze. Titulado "La Jeune Fille à l'agneau" (Joven sostiene un cordero). Simboliza la inocencia y pretende un fin moralizante. En la novela "El valle del terror" de Arthur Conan Doyle se sitúa sobre el escritorio del Profesor Moriarty, quien habría pagado una fortuna por su adquisición.